Es un fuente rica en antioxidantes naturales, mejora el sistema inmunológico y proporciona una gran cantidad de energía. Ayuda a acelerar el metabolismo y a mejorar la circulación sanguínea, además es antiséptico, antibiótico, diurético, digestivo y expectorante.
El ajo negro es especialmente rico en compuestos fenólicos como la S-alilcisteína o la S-alil-mercaptocisteína, de acción antioxidante. Aporta, además, vitamina C y otras sustancias también antioxidantes de alto valor como los flavonoides.